Descripción
Algunos de los signos más comunes de que el sensor de oxígeno necesita ser reemplazado incluyen un aumento en el consumo de combustible, una disminución en el rendimiento del motor, una luz de advertencia del motor encendida en el tablero, y emisiones de escape más oscuras de lo normal. Si notas alguno de estos síntomas, es recomendable llevar tu auto a un mecánico para que realice un diagnóstico y determine si es necesario cambiar el sensor de oxígeno.
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